En uno de esos momentos en que sentía que el pecho no podía contener mi sentir, que mi angustias ahogaban mi alma y que sin que me lo propusiera la respiración necesitaba empujones para continuar su andar, me llego a la cabeza la idea de una pregunta inquietante: de que si solo yo siento el tormento de lo que siento, si solo yo me enamore, si solo yo entregue mi maltrecho corazón ¿¿¿???
A veces un espejo refleja tu rostro, tu cuerpo, pero como reflejar en un sufrir el otro rostro, el otro cuerpo, el que ya no esta, sin tan siquiera saber si alguna vez estuvo. Sin esa noble ilusión que tranquiliza la mente de saberse acompañado, de no sentirse solo, de compartir la pasión.
Por más vueltas que de en mi cabeza no encuentro la respuesta, solo encuentro más y más preguntas que se agolpan contra todo aquello que denominamos razón.
Recobra tus energías, volátil caballero de armadura frágil, guarda esa ilusión en algún baúl del cual puedas darte el lujo de tirar la llave y nunca más abrirlo.
Recuerda, que por más que nos duela, la vida continua con o sin nosotros, pero continua, y regala a otros amantes el momento de sembrar para poder cosechar más adelante el dolor de perder, y quien sabe, mas adelante, sin que puedas evitarlo, tendrás que sentir el dolor de perder otra vez…
Engels Debray
